martes, 1 de mayo de 2018

Salto al futuro.

Hoy, miércoles, a la 1 y 13 de la mañana, las palabras de alguien a quien tengo muy presente en mi vida, me inspiraron a escribir. Y me vino a la cabeza que yo solía hacerlo. Y, ¡vaya!, sorpresa: me he topado de golpe con mi Yo del pasado. Después de cuatro años sin entrar aquí, vuelvo a escribir.

Hay recuerdos que tengo borrosos en la memoria, y si no fuera porque he leído textos que escribió alguien que algún día fui, algunas de mis memorias serían inexistentes. Recuerdo los momentos en los que me encontraba al escribir todo eso. Da tanto vértigo ver cómo me he transformado, junto con una sensación de plenitud, que nace desde dentro de mi y me da calor.

He sido siempre tan romántica, idealista... Siempre esperando ser salvada mientras me ahogaba, sin saber que podía tomar yo la acción y empezar a nadar por mi cuenta. Sin saber que nadie podría ponerme más a salvo de mi misma, que yo. 
Pero menos mal que el paso del tiempo y el paso de mi alma por la vida terrenal, han sabido llevarme muy a tiempo a esa conclusión. 

Ahora me encuentro aquí, tumbada. En un lugar que antes no conocía. Viviendo sola. Estudiando un pequeño porcentaje de cómo funciona una parte de nosotr@s, la mente. Algo que desde muy pequeña, quise, en parte porque necesitaba entenderme. Pero sigo con un inmenso interés por el mundo y su magia. Y emocionalmente, con una paz cada vez más bonita. 

Me doy cuenta de que la estructura de mis palabras ha cambiado, lo cual es un reflejo de que mi estructura de pensamiento, también. Ahora comprendo mucho mejor mis palabras, de hecho me cuesta leer mi forma de escribir de antes. Me pierdo. Creo que porque antes me entendía poco a mi misma, y ahora estoy logrando comprenderme cada día un poquito mejor, y aunque a veces no soy capaz, me doy amor propio, en forma de certeza de que todo va bien. 

Durante el camino de esta transformación que me ocurre día a día, segundo a segundo, me han acompañado varias teorías que he logrado integrar y han logrado explicarme cosas. Una de las teorías que me han hecho crecer mucho ha sido La Ley Del Espejo. Echo la vista atrás y me doy cuenta de que todo lo que he vivido en forma de relaciones con el medio, ha sido únicamente fruto de mi interior, de mi parte consciente e inconsciente. Me siento inmensamente feliz sabiendo que cada vez consigo un mayor equilibrio y el miedo se hace más pequeño. 

Algún día, lo único que quedará de mí, serán estas palabras. Así que escribiré cuando sienta la inspiración y lograré ser inmortal. No dejaré esto atrás. 

Nunca es tarde para empezar a ser el artista que ya eres.